JetBlue también está finalizando vuelos a Bogotá, Colombia; Quito, Ecuador; Lima, Perú; y Kansas City, Missouri, en junio, y vuelos entre Fort Lauderdale, Florida, y Austin, Atlanta, Nashville y Salt Lake City, así como entre Nueva York y Detroit.
«Con menos tiempo de vuelo disponible y la necesidad de mejorar nuestro desempeño financiero, más que nunca cada ruta tiene que ganarse el derecho a permanecer en la red», dijo en un memorando Dave Jehn, vicepresidente de planificación de redes y asociaciones con aerolíneas.
Junto con los vuelos transcontinentales, JetBlue dijo que se centrará en rutas “básicas” a lo largo de la costa este y aquellas que sirven a destinos vacacionales en el Caribe.
La directora ejecutiva, Joanna Geraghty, ha estado en el cargo durante un mes y está bajo una presión cada vez mayor para reducir los gastos y devolver la rentabilidad a la aerolínea después de que el inversionista activista Carl Icahn revelara una participación de casi el 10% en la aerolínea el mes pasado y ganara dos asientos en el consejo.
JetBlue ya había comenzado un programa de reducción de costos antes de la aparición de Icahn y dijo en enero que estaba en camino de reducir gastos en 200 millones de dólares para fin de año. La aerolínea cortó algunas otras rutas a principios de este año, informó CNBC.
Los cambios anunciados el martes no afectan la capacidad planificada de JetBlue para el año, que espera caer a un solo dígito a partir de 2023, según el memorando.
JetBlue está trazando su camino como aerolínea independiente después de que un juez bloqueara su plan para comprar Spirit Airlines en enero. JetBlue abandonó el acuerdo por completo a principios de este mes. El año pasado, un juez independiente anuló su asociación con American Airlines en el noreste.
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