Impiden a migrantes en el sur de México trasladarse a la frontera con EE.UU.

Cientos de migrantes y refugiados han regresado a las calles de la ciudad sureña mexicana de Tapachula, exigiendo que las autoridades les permitan el libre tránsito por México para que puedan intentar ingresar a Estados Unidos.

Al protestar frente a la fuertemente custodiada Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados y las oficinas del Instituto Nacional de Migración, los migrantes varados dicen que están siendo extorsionados por delincuentes y han sido secuestrados.

Se reportaron varios casos de secuestro de migrantes y refugiados en Tapachula y otras partes de México.

Delincuentes contactan a la familia del migrante en EE.UU. y exigen dinero por la liberación del familiar.

Los migrantes han advertido que si no hay una respuesta inmediata a su demanda de libre tránsito, iniciarán la primera caravana de 2022.

En 2020, México se vio obligado a buscar alternativas a las crecientes caravanas de migrantes y refugiados provenientes de Centroamérica y más allá.

Ahora, después de más de dos años de una política de contención del gobierno que los ha mantenido varados en el sur, lejos de la frontera con Estados Unidos, Tapachula, cerca de la frontera de México con Guatemala y una ciudad asfixiante de unos 350.000 habitantes, está abrumada por decenas de miles de inmigrantes recientes.

Están hacinados en parques y plazas, y muchos se quejan de que no pueden encontrar trabajo.

A pesar del plan del gobierno mexicano para 2021 de transferir migrantes a otros estados de México y otorgarles visas humanitarias para que puedan trabajar legalmente durante un año, la acumulación de solicitudes de visa y el hecho de que muchos de los migrantes aún aspiran a llegar a los Estados Unidos está echando a perder dudas sobre el éxito del plan.

Según la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, un número cada vez mayor de migrantes ha solicitado asilo en México en lugar de intentar llegar a Estados Unidos.