Un cohete chino hará un reingreso incontrolado en los próximos días
China lanzó recientemente al espacio un cohete Long March-5B Y2 que puso en órbita su primer módulo de estación espacial. Aunque China elogió el lanzamiento como un éxito total, resulta que algo salió mal. Se espera que la etapa central del cohete de 21 toneladas haga un reingreso incontrolado a la atmósfera de la Tierra en los próximos días.
LA reentrada incontrolada tiene el potencial de hacer que caigan escombros en áreas pobladas, lo que representa un riesgo para la propiedad y las vidas en el suelo. Se suponía que el cohete aterrizaría en un lugar designado en el océano, que es común para los cohetes desechados. Sin embargo, en lugar de desorberse según lo planeado, el cohete continúa orbitando el planeta sin control.
Las autoridades dicen que se espera que el cohete vuelva a caer a la Tierra en los próximos días. El astrónomo Jonathan McDowell, que rastrea los objetos que orbitan alrededor de la Tierra, dijo que es inaceptable dejar entrar un objeto nuevamente sin controlar los estándares actuales. También señaló que, desde 1990, no se han dejado deliberadamente en órbita más de 10 toneladas de manera incontrolada. El cohete chino mide 30 metros de largo y 5 metros de ancho.
Según McDowell, puede arder por completo en la atmósfera de la Tierra cuando sale de la órbita. Sin embargo, existe la posibilidad de que grandes trozos de escombros sobrevivan al reingreso. La mayor parte del planeta está formada por el océano, por lo que es más probable que el cohete impacte el agua, pero podría amenazar áreas habitadas.
Holger Krag, director de la Oficina del Programa de Seguridad Espacial de la ESA, dijo que es difícil evaluar la cantidad de masa superviviente y la cantidad de fragmentos que podrían crearse sin conocer el diseño del cohete. Sin embargo, dijo que una regla práctica razonable es que entre el 20 y el 40 por ciento de su masa seca original podría sobrevivir al reingreso. El cohete tiene el potencial de impactar en una gran área de la Tierra, con grandes ciudades dentro de la zona de impacto, incluidas Nueva York, Madrid y Beijing, entre otras.