Con la irrupción del teletrabajo debido a la crisis de salud del COVID-19, la tecnología está plenamente implantada en nuestras vidas, implicando nuevos enfoques a nivel psicológico en la forma en que afrontamos la realidad, nos relacionamos e incluso trabajamos y, aunque presenta numerosas ventajas, si no una gestión adecuada puede afectar a la salud de los trabajadores, dando lugar a la aparición de riesgos psicosociales, como el tecnoestrés.
¿Que es el tecnoestrés?
El tecnoestrés se refiere al estrés que experimentan las personas con el uso de tecnologías.
Cuando el uso de tecnologías no se gestiona de forma óptima,
- podría generar presión para trabajar más rápido y durante más tiempo (sobrecarga tecnológica),
- invadir la vida personal de los trabajadores (intrusión tecnológica),
- hacerles sentir que no están lo suficientemente calificados con las tecnologías (tecnocomplejidad),
- generar una sensación de inseguridad en el trabajo (tecno-inseguridad)
- y producir estrés debido a los constantes cambios y actualizaciones en el software y hardware de los dispositivos tecnológicos (tecno-incertidumbre).
Para saber en qué medida nos afecta hoy y cuál es exactamente el impacto del tecnoestrés en el bienestar psicológico de los trabajadores, Affor junto con el Grupo de Investigación INDRHO de la Universidad de Sevilla comienza este estudio Se celebrará en España y Latinoamérica con la especial colaboración de sus socios de destino, además del PRL Innovation and Human Resources Forum.
¿Por qué es tan importante lidiar con el estrés tecnológico?
El tecnoestrés es uno de los riesgos psicosociales más frecuentes en el lugar de trabajo, que perjudica a las personas y las organizaciones.
Las personas con altos niveles de estrés tecnológico se sienten menos satisfechas con su trabajo y se desempeñan peor.
Además, pueden experimentar miedo, tener una visión negativa de sí mismos y, a veces, experimentar ansiedad, depresión y agotamiento, que tiene un impacto negativo en su salud y el desempeño de las organizaciones.
