México habló con varias empresas extranjeras, especialmente siderúrgicas, en un esfuerzo por atraer negocios de Asia para capitalizar un nuevo acuerdo comercial norteamericano, dijo el lunes la ministra de Economía, Graciela Márquez.
El acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC) entró en vigor a principios de este mes y reemplazó a su predecesor de un cuarto de siglo cuando la pandemia de coronavirus golpea la economía mundial y el comercio internacional.
El nuevo acuerdo incluye reglas de contenido más estrictas para automóviles, acero y aluminio que cuando se lanzó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994.
«En el acero, vemos la mayor oportunidad», dijo a Reuters Márquez, un economista educado en Harvard, en una entrevista. «Queremos mostrar a estas empresas las oportunidades que se abren con este aumento en los requisitos de contenido regional».
Márquez dijo que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo conversaciones con las siderúrgicas extranjeras, incluida la coreana POSCO, la japonesa Nippon Steel Corp y Mitsubishi Corp y Ternium, sobre invertir en México para producir acero para el sector automotriz.
Dijo que existe la posibilidad de que las acerías extranjeras se asocien o adquieran una participación en la mexicana Altos Hornos de México. Un portavoz dijo que la empresa mexicana no está en conversaciones.
Ninguna de las otras acerías respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Considerando la base manufacturera diversificada de México, Márquez dijo que el gobierno estaba interesado en atraer a varias empresas de todo el mundo.
Dijo que el gobierno también buscará hablar con Apple y otras empresas estadounidenses sobre el traslado de su cadena de suministro a México.
Al relatar una conversación reciente con López Obrador, Márquez dijo que señaló el teléfono celular que sostenía y dijo: «Estos teléfonos no tienen que producirse en China … hay una gran oportunidad para producirlos» en México.
El gobierno está tratando de atraer empresas norteamericanas y europeas que producen en China, Singapur y Vietnam.
Márquez dijo que el nuevo acuerdo comercial entró en vigor en un momento «crítico» para la economía mexicana y mundial y que podría ayudar al segundo país más grande de América Latina a recuperarse de las consecuencias de la pandemia de coronavirus.
