Esta épica nube espacial está resumiendo prácticamente nuestra despedida de 2020
A veces, el Universo proporciona el método perfecto para expresar nuestros sentimientos.
Una nube espacial a 7.500 años luz de distancia nos ha dado la despedida más apropiada que podamos imaginar para todo este incendio de basura de un año, 2020.
Este pequeño grupo de material es parte de un complejo de nubes mucho más grande llamado Nebulosa Carina y, en circunstancias normales, no recibiría un apodo propio. Pero su forma distintiva ha llevado a los científicos a llamarlo Defiant Finger.
Y eso es exactamente lo que parece: el antiguo gesto obsceno de «Ve a hacerte cosas horribles» y «vete, pero con palabras mucho más rudas».
De hecho, el dedo desafiante se conoce como glóbulo de Bok. Son nudos pequeños, oscuros y densos de polvo y gas que suelen ser el lugar de nacimiento de las estrellas. A medida que las regiones más densas de la nube se condensan aún más, pueden colapsar por su propia gravedad y comenzar a girar en una estrella.
El dedo desafiante, que comprende 6 masas solares de material, puede tener estrellas formándose en su interior; porque es tan denso, es difícil ver el interior. El brillo que parece tener proviene de fuentes externas: la luz de estrellas brillantes cercanas.
Dado que las estrellas jóvenes son típicamente brillantes y cálidas, explotan en su entorno con radiación. El exterior del glóbulo Defiant Finger probablemente está siendo iluminado e ionizado por la estrella Wolf-Rayet. WR 25, una estrella masiva con una vida muy corta al final de su vida; Tr16-244, una supergigante joven caliente; O una combinación de ambos.
Pero a medida que brillan, estas estrellas también destruyen: lenta pero segura, el dedo desafiante se evapora. A la tasa estimada actual de pérdida de masa, la nube de polvo tiene una vida útil proyectada de solo 200.000 a 1 millón de años.
Esto no es muy largo en términos cósmicos, no es muy largo. Pero es suficiente para hacer una declaración poética: un grito en el vacío, un gesto desafiante ante la inevitabilidad. Es una forma realmente adecuada de cerrar la puerta en 2020.
Gracias, espacio. Y trae el 2021.