China aumenta la pesca ilegal en alta mar sin ley en América del Sur
“Cada año es peor”, se queja el pescador limeño Ricardo Ayaucan mientras corre a cargar la red de arrastre a bordo de su pequeño bote que se balancea en las olas del Pacífico antes de que los lobos marinos devoren su exigua pesca.
Al igual que su padre y su abuelo, la pesca es el único oficio que ha conocido Ayaucan, de 46 años. “Pero mi hijo hará otra cosa”, dice mientras las gaviotas y los pelícanos se sumergen en el bajío. “No hay futuro en esto. A este ritmo, los peces pronto desaparecerán”.
La experiencia ayaucana se refleja en los pescadores a lo largo de las 1500 millas de la costa peruana. Un estudio reciente descubrió que los pescadores peruanos tenían que dedicar cada vez más tiempo a obtener capturas cada vez más pequeñas. Informó que muchos ahora ganaban solo la mitad del salario mínimo de Perú, actualmente 930 soles (£190) al mes.
Para colmo, este mes, la petrolera española Repsol logró derramar 11.000 barriles de petróleo de su refinería en Lima. Hasta ahora, la mancha ha acabado con la vida silvestre en 160 kilómetros de costa.
La situación es urgente, advierte Evelyn Luna-Victoria, jefa del programa de océanos en la sucursal de Perú del Fondo Mundial para la Naturaleza, quien dice que las pesquerías chinas han experimentado un «gran» aumento recientemente.
“Si seguimos así, nos quedaremos sin existencias, miles de pescadores se quedarán sin trabajo y las exportaciones de Perú perderán competitividad, ya que los consumidores demandan sustentabilidad”, agrega Luna-Victoria.