Los pasajeros sobrevolaron una de las ciudades más grandes y congestionadas del mundo cuando el lunes entró en funcionamiento un nuevo sistema de teleférico en la capital mexicana.
El tranvía aéreo de 9.2 kilómetros (5.7 millas), con 377 autos que pueden transportar 10 pasajeros cada uno, promete reducir el tiempo de viaje de miles de personas en el norte de la Ciudad de México.
«Cuánto tiempo se desperdició. Deberían haber hecho esto mucho antes», dijo el electricista Marco Antonio García, de 46 años, encantado de que un viaje de más de una hora ahora toma 20 minutos.
«¿Estamos en Francia o Suiza?» dijo, riendo junto con los otros pasajeros.
A diferencia de los autobuses y subterráneos donde operan carteristas y ladrones, los pasajeros a bordo del nuevo sistema Cablebus disfrutaron de cómodos asientos, espacio para las piernas, aire acondicionado y Wi-Fi.
«Reduce mucho mi tiempo de viaje», dijo Karen Leon, estudiante de psicología de 21 años, que viajaba con familiares que miraban la ciudad con una mezcla de asombro y diversión.
Fue un cambio bienvenido del camino infernal que muchos enfrentan en la capital y la expansión urbana circundante, hogar de un total de más de 20 millones de personas.
La línea entre Cuautepec e Indios Verdes puede transportar hasta 5.000 personas por hora entre seis estaciones, según la oficina de prensa de la alcaldesa Claudia Sheinbaum, quien prevé abrir una segunda línea en el oriente de la ciudad.
Otro sistema de teleférico abrió en 2016 en Ecatepec, al norte de la capital, una zona plagada de delincuencia y falta de transporte público.
También existen sistemas similares en varias otras ciudades latinoamericanas, en particular La Paz y en las cercanías de El Alto, Bolivia, que tienen un teleférico de 32 kilómetros.
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