Una Argentina aislada busca una alianza con México, ¿cuáles son las implicaciones?
A medida que Argentina se vuelve más aislada en la región, su presidente, Alberto Fernández, busca fortalecer los lazos con México. ¿Es posible una alianza estratégica entre los dos países? ¿Cuáles son las implicaciones para la región?
Argentina y sus vecinos
El gobierno de izquierda de Argentina dirigido por Alberto Fernández a menudo no está de acuerdo con sus vecinos en muchos temas. Las diferencias se extienden a muchas áreas de la gobernanza nacional e internacional y han llevado a Argentina a aislarse en la arena regional.
Argentina está rodeada de gobiernos de otro color político, con la excepción de Bolivia. Está Piñera en Chile, Bolsonaro en Brasil y LaCalle Pou en Uruguay. A excepción de Bolivia, predominan las diferencias ideológicas con sus vecinos; sin embargo, Jair Bolsonaro es uno de los líderes que constantemente se distancia de Alberto Fernández. Por ejemplo, Jair Bolsonaro criticó a Fernández repetidamente por endurecer las restricciones contra la pandemia Covid-19 y apoyar el derecho al aborto, entre otros.
El Mercosur es otro punto de fricción entre Argentina y los demás Estados miembros. Brasil y Uruguay quieren modernizar y flexibilizar el bloque, para permitir que los estados miembros negocien acuerdos de libre comercio individualmente. El presidente de Argentina, en cambio, adopta una postura más proteccionista, al afirmar que flexibilizar el bloque es un error en el contexto de la crisis económica que atraviesa su país.
Argentina una vez más se ha distanciado de sus vecinos al dejando Grupo Lima, un bloque de naciones latinoamericanas diseñado para impulsar negociaciones pacíficas con Venezuela, con el objetivo final de restaurar la democracia en el país. Argentina argumentó que el bloque «no llegó a ninguna parte» y aisló a Venezuela. Este punto de vista va en contra de la voluntad de muchos de sus vecinos de seguir presionando por la democratización del país.
Recientemente, Alberto Fernandez provocó una indignación regional tras afirmar que ‘los mexicanos venimos de los indios, los brasileños venimos de la selva, pero los argentinos venimos de los barcos’ en un intento de explicar los lazos del país con Europa. Aunque Fernández se disculpó, muchos líderes de la región se sintieron ofendidos por los comentarios del presidente. El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente de Brasil, calificó a Fernández de racista y afirmó que ‘el barco que se hunde es el de Argentina’. Estos ejemplos demuestran lo aislada que está Argentina en la región.
México y Argentina: ¿un nuevo frente de izquierda?
Desde la victoria de Alberto Fernández, las relaciones entre México y Argentina han sido más amistosas que de costumbre. En menos de dos años, Fernández visitó dos veces a Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La segunda visita de Argentina en febrero de 2021 marcó la pauta para una cooperación sin precedentes entre las dos naciones.
La estrategia de AMLO es ser líder en la lucha por la distribución equitativa de las vacunas COVID-19. México levantó preocupaciones sobre la distribución injusta de vacunas, pidiendo a la ONU que sea más proactiva en este tema. La estrategia fue apoyada por Fernández, quien hizo un llamamiento a los países ricos para asegurar una distribución más justa de las vacunas, considerada un ‘bueno en general’.
Además, las dos naciones acordaron trabajar en la coproducción de la vacuna AstraZeneca para su distribución en América Latina. Como parte de este proyecto, se enviarán 800.000 dosis a Argentina. El presidente de Argentina afirmó que este proyecto ayudará a México en el proceso de ‘universalizando la vacuna‘.
Sin embargo, la distribución de vacunas y la cooperación no fueron el tema principal de la visita de Fernández. Los dos presidentes sentaron las bases para una nuevo frente izquierdo en Latinoamérica. Los dos líderes tienen el objetivo común de promoviendo el regreso de la izquierda en la región, recordando los días en que América Latina estaba gobernada por líderes de izquierda (Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, Lula da Silva en Brasil, Michelle Bachelet en Chile, Rafael Correa en Ecuador y Hugo Chávez en Venezuela). La restauración de la izquierda en Bolivia, con la victoria de Aliado de Evo Morales, Luis Arce, ha alimentado la convicción de estos dirigentes de que un retorno es posible.
¿Cuáles son las implicaciones de esta alianza?
El fortalecimiento de esta alianza política puede conducir a la restauración y fortalecimiento de los movimientos políticos de izquierda en América Latina. Este es el caso del Grupo Puebla, grupo formado por académicos y políticos que tiene como objetivo impulsar la política progresista en América Latina. Este grupo ha ampliado recientemente su membresía a más de 80 líderes de 17 países.
Un frente único mexicano-argentino podría poner en peligro la unidad de la región frente a las violaciones de derechos humanos en diferentes países de América Latina. Se proporciona un ejemplo reciente en Nicaragua. Desde mayo, las fuerzas policiales nicaragüenses están arrestar a opositores y posibles rivales políticos del presidente Daniel Ortega, aparentemente en un intento de asegurar su cuarta reelección en noviembre. El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) emitió una resolución condenando los atroces actos cometidos por el gobierno de Ortega. Sin embargo, esta resolución no fue apoyado por México y Argentina, quien se abstuvo de votar. ambos gobiernos decidió actuar por separado de la Organización. Esta decisión refleja el escepticismo que tiene la izquierda latinoamericana hacia la OEA, que se dice expresa el interés de Washington en la región.
Argentina y México presentan una nueva distribución geopolítica que marca la pauta para el empoderamiento de los movimientos de izquierda y populistas en la política latinoamericana. Esta nueva distribución busca distanciarse de los gobiernos de derecha que actualmente administran la región. Si tiene éxito, el cambio podría dar forma a un panorama político muy diferente en la región.