Nuestra Señora de Guadalupe: peregrinos convergen en basílica en México
Los católicos en México están celebrando la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, el día hace casi 500 años en el que se dice que la Virgen María se apareció a un indígena cerca de lo que hoy es la Ciudad de México.
Cada año, millones de fieles peregrinan hasta el santuario de las afueras de la capital dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe para rendir homenaje y rezar ante una imagen de la Virgen.
Según escritos del siglo XVII en lengua indígena náhuatl, la Virgen María se apareció varias veces a Juan Diego entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531, diciéndole que se debía construir una capilla en su honor en la cima del cerro donde una vez estuvo un templo azteca a la diosa Tonantzin.
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Juan Diego llevó su petición al obispo local, quien vaciló y pidió una señal a la Virgen. Juan Diego, que se había convertido al catolicismo unos años antes, dijo que cuando la Virgen se le apareció nuevamente, le ordenó que recogiera rosas en su manto y se las llevara al obispo como prueba.
Según los escritos, cuando Juan Diego abrió su manto ante el clérigo, en su tela había impresa una imagen de la Virgen, convenciendo al obispo de construir un santuario a la Virgen.
Las peregrinaciones al santuario e imagen de Nuestra Señora de Guadalupe se realizan anualmente, casi sin interrupción, desde entonces.
Los fieles peregrinan desde lugares tan lejanos como el estado de Chiapas, en el sur del país, y suelen llevar estatuas de la virgen en sus espaldas.
Nuestra Señora de Guadalupe es popular entre los indígenas mexicanos que también recuerdan la memoria de Juan Diego, un azteca converso al catolicismo, que fue canonizado en 2002 y se convirtió en el primer santo indígena de América.
Muchos de los peregrinos acampan frente al santuario de Nuestra Señora de Guadalupe la noche del 11 al 12 de diciembre para participar en una de las misas que se celebran durante la noche y la madrugada.
Algunos de los peregrinos se acercan de rodillas a la basílica para mostrar su devoción.
El momento de su llegada al santuario es para muchos fieles un momento profundamente conmovedor.
Muchos de los fieles realizan la peregrinación en familia, e incluso los niños pequeños participan en la tradición anual.
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