La ruptura con las tradiciones vino a definir el temprano legado de Yon De Luisa como presidente de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF). El Tri ha sido reconocido durante mucho tiempo como los reyes de CONCACAF, pero De Luisa apunta mucho más alto. Cuando México sea coanfitrión de la Copa del Mundo dentro de cuatro años, De Luisa espera que el país ascienda en la clasificación mundial de la FIFA y permanezca allí.
“En 2026, queremos ser uno de los ocho mejores equipos del mundo, en todo lo que hagamos tanto para los equipos masculinos como femeninos”, dijo De Luisa a The Athletic. “Pero también desde el punto de vista comercial, administrativo, operativo y de instalación. ¿Por qué? Porque si nos convertimos en una de las ocho mejores organizaciones del mundo, será mucho más fácil que nuestros equipos se conviertan en los ocho mejores. Si no dotamos a nuestros equipos de una federación de este nivel, será difícil exigirles lo mismo”.
Desde que asumió el cargo en 2018, De Luisa ha encabezado una revisión organizacional que más recientemente incluyó un cambio de marca del emblema de la federación de 33 años a fines del año pasado. Si bien la federación aún contará con el escudo antiguo, los uniformes de la selección mexicana tendrán un escudo más moderno como parte de una tendencia de rediseño global que se ha extendido por el fútbol mundial.
“Hicimos una lluvia de ideas con Adidas, CONCACAF y UEFA y analizamos las tendencias recientes con respecto a las marcas de los equipos nacionales”, dijo De Luisa. “Hemos visto cambios de marca de Brasil, Holanda, Corea del Sur, Japón, España, Ecuador y muchos otros que eran reconocibles pero que ahora han sido modificados. Esta era una oportunidad que no podíamos dejar pasar”.
Pero hay otras tradiciones en el fútbol mexicano que a De Luisa le ha costado más romper.
