Ciencias

Los investigadores investigan los impactos de los viajes espaciales en la salud ocular

A medida que aumenta la frecuencia de los viajes espaciales, es crucial comprender los efectos del cambio de gravedad en el cuerpo humano. Ana Díaz Artiles y su equipo de la Universidad Texas A&M están investigando el impacto de los vuelos espaciales en la salud ocular, en particular las consecuencias de los cambios gravitacionales.

Durante los viajes espaciales, los cambios en los fluidos corporales debido a la gravedad alterada pueden afectar el sistema cardiovascular, lo que podría provocar cambios en los vasos alrededor de los ojos.

A medida que los viajes espaciales se vuelven más accesibles para personas ajenas al entrenamiento tradicional de astronautas, como los viajeros espaciales comerciales, es esencial reconocer el impacto potencial en la salud cardiovascular y ocular, especialmente para aquellos que pueden no tener el mismo nivel de condición física que los profesionales. astronautas.

«Cuando experimentamos condiciones de microgravedad, vemos cambios en el sistema cardiovascular porque la gravedad no atrae todos estos fluidos como lo hace normalmente en la Tierra cuando estamos erguidos», dijo. dijo Díaz Artiles, profesor asistente en el Departamento de Ingeniería Aeroespacial y miembro de la facultad de Williams Brothers Construction Company. “Cuando estamos de pie, gran parte de nuestros líquidos se almacenan en las piernas, pero en microgravedad logramos una redistribución de líquidos hacia la parte superior del cuerpo”.

El intrigante fenómeno del síndrome neuroocular asociado a los vuelos espaciales (SANS) ha atraído una gran atención debido a su impacto en la salud ocular de los astronautas durante las misiones espaciales. Los investigadores, dirigidos por Díaz Artiles, están descubriendo los mecanismos subyacentes al SANS con la esperanza de desarrollar contramedidas efectivas.

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Un estudio reciente exploró el potencial de la presión negativa de la parte inferior del cuerpo (LBNP) como una intervención prometedora para mitigar los efectos adversos de los cambios de fluidos inducidos por la microgravedad. Esta investigación es prometedora para garantizar la salud ocular y el bienestar general de los astronautas durante misiones espaciales prolongadas.

Aunque el papel exacto de la presión de perfusión ocular (OPP) en el desarrollo del síndrome neuroocular asociado a los vuelos espaciales (SANS) aún es incierto, Díaz Artiles y su equipo han sugerido que la exposición a la microgravedad puede provocar un aumento leve pero persistente, desde la OPP. en comparación con las posturas erguidas, lo que podría contribuir al desarrollo de SANS.

Sin embargo, el estudio publicado recientemente encontró que la presión negativa de la parte inferior del cuerpo (LBNP), aunque tuvo éxito en la transferencia de líquidos a la parte inferior del cuerpo, no redujo eficazmente la OPP. Si la OPP elevada está realmente relacionada con el SANS, esto sugiere que el LBNP puede no ser una contramedida eficaz para este síndrome. El equipo destaca la necesidad de investigaciones futuras para comprender mejor la relación entre OPP y SANS, así como el impacto de LBNP en estas respuestas oculares, para desarrollar contramedidas efectivas.

“Esta investigación es sólo un experimento en un estudio de tres partes para comprender mejor los efectos del cambio de fluidos en el cuerpo y su relación con SANS. Los experimentos anteriores de este estudio incluyeron el uso de una mesa inclinada para que los investigadores comprendieran los efectos cardiovasculares de los cambios de fluido en diferentes niveles de gravedad alterados, recreados utilizando diferentes ángulos de inclinación”. él dijo Díaz Artilhas.

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El estudio actual y la investigación en curso están dedicados a desarrollar contramedidas efectivas para el fenómeno del cambio de fluido, centrándose principalmente en la presión negativa de la parte inferior del cuerpo. En un futuro próximo, los investigadores planean evaluar la eficacia del uso de una centrífuga para resolver el desplazamiento de fluidos y sus efectos asociados.

Díaz Artiles y su equipo están decididos a recopilar datos completos sobre las respuestas cardiovasculares a cada contramedida y comparar su impacto en la presión de perfusión ocular y otras funciones cardiovasculares cruciales afectadas por entornos de microgravedad. Debido a que estos estudios se realizan en la Tierra, los investigadores anticipan que las variaciones gravitacionales en el espacio podrían producir resultados diferentes. Como resultado, están ansiosos por realizar estudios futuros en condiciones reales de microgravedad, como vuelos parabólicos.

Referencia del diario:

  1. Eric A. Hall, Richard S. Whittle y Ana Díaz-Artiles. La presión de perfusión ocular no se reduce en respuesta a la presión negativa en la parte inferior del cuerpo. Microgravedad npj, 2024; DUELE: 10.1038/s41526-024-00404-5

Prudencia Febo

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