Los astronautas confían en el regreso seguro de la cápsula Boeing a pesar de fallos anteriores
Hasta el momento, las pruebas no han podido replicar las altas temperaturas alcanzadas durante el vuelo, según Stich. Los gerentes quieren asegurarse de que los propulsores sospechosos no estén dañados antes de traer de regreso el Starliner. Fueron despedidos con más frecuencia de lo previsto al inicio del vuelo, y la demanda adicional sobre ellos puede haber causado que fallaran, señaló Stich.
Al mismo tiempo, se están realizando pruebas en tierra para comprender mejor las fugas de helio, que pueden deberse a sellos deficientes. Las autoridades dijeron anteriormente que queda mucho helio para el viaje a casa.
El huracán Beryl retrasó parte del trabajo. El Centro Espacial Johnson en Houston, sede de los centros de control de la NASA y Boeing, estuvo cerrado a principios de esta semana para todo el personal excepto el más crítico.
Mark Nappi, de Boeing, destacó que en caso de emergencia, el Starliner y su tripulación podrían regresar ahora mismo. Si bien la compañía no cree que los propulsores estén dañados, «queremos llenar los vacíos y realizar esta prueba para estar seguros».
La NASA encargó las cápsulas Starliner y SpaceX Dragon hace una década para vuelos de astronautas hacia y desde la estación espacial, pagando a cada empresa miles de millones de dólares. El primer vuelo en taxi de SpaceX con astronautas fue en 2020. El primer vuelo con tripulación de Boeing se retrasó repetidamente debido a problemas de software y otros.
Stich dijo que no ha habido conversaciones con SpaceX sobre el envío de una cápsula de rescate.
PA-AP
Foto por Reuters