Las familias de la Ciudad de México ven algo de alivio de la pandemia con visitas domiciliarias | Mundo | Noticias
Por Carlos Carrillo
CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) – Mientras la pandemia de coronavirus golpea la capital mexicana en expansión, un equipo de profesionales de la salud pública que van de puerta en puerta en uno de sus distritos más pobres ofrece un atisbo de esperanza para las familias afectadas.
Unos 30 trabajadores de salud pública que viajan vestidos con equipos de protección, incluidos guantes y máscaras faciales, interrogan a los residentes sobre cualquier síntoma que puedan tener y ofrecen pruebas, así como tratamientos de oxígeno para los residentes de Iztapalapa, hogar de algunos de los barrios más densos y valientes de la ciudad.
Noelia Granados, enfermera de 40 años y residente en Iztapalapa, proviene de una familia que combate múltiples infecciones, lamentablemente propia de un distrito que alberga alrededor de 1,8 millones de habitantes.
«En este momento, mis padres están enfermos, al igual que dos de mis hermanos, la esposa de mi hermano y mis sobrinas y sobrinos», dijo a Reuters. Explicó que la estafa los obligó a cerrar una tienda familiar el mes pasado.
Tanto Granados como su esposo dieron positivo el mes pasado, pero se sienten mejor. Este no es el caso de sus padres, cuya salud describió como «delicada».
El programa de salud pública local, uno de los únicos esfuerzos de extensión en la ciudad, también presta docenas de concentradores de oxígeno e incluso más tanques de metal recargables para quienes reciben tratamiento en casa.
El alcance llega en un momento en que la tasa de vacunación en México se ha reducido a un mínimo mientras el país se enfrenta a los retrasos de los fabricantes de vacunas, y el recuento oficial de muertes del gobierno agrega más de 1,000 muertes por día, probablemente un recuento significativo.
Los casos hasta la fecha suman más de 1,9 millones, con 164,290 muertes.
Enrique Ruiz, médico responsable del programa, señala que el objetivo es identificar rápidamente a los residentes enfermos, a través de sitios de prueba móviles, que puedan comenzar a controlar el brote.
«Si detectamos algún síntoma, los invitamos a hacerse la prueba de inmediato».
(Reporte de Carlos Carrillo; escrito por David Alire García; editado por Kim Coghill)