‘Fauna’ es un comentario irónico sobre la ‘narcotización de México | Rob Thomas
“Fauna” gira en torno a una extraña reunión familiar en un pequeño pueblo minero en el norte de México. La hija Luisa (Luisa Pardo) trae a su novio Paco (Francisco Barreiro) a conocer a sus padres. La pareja más joven es un aspirante a actor y está haciendo una audición para una prueba. A ellos se suma el hermano de Luisa, Gabino (Lázaro Gabino Rodríguez).
Hay una fricción instantánea entre los hermanos. Cuando Paco le pregunta a Gabino qué hace con su vida, Gabino responde enigmáticamente que trabaja para una “agencia”. Cuando Paco presiona para más detalles, Gabino responde «normal».
El reencuentro con los padres de Luisa y Gabino es tan cómodo; en medio de la comida casera de la madre, el padre pone la comida en la mesa e insiste en que la familia salga a comer a un bar del barrio. El padre solo se interesa por Paco después de enterarse de que tuvo un pequeño papel en el programa de Netflix “Narcos: México”. En una sola toma hilarante, Paco presenta su «escena» (no tenía diálogo) a su padre fascinado, luego improvisó un extenso monólogo como «Narcos» para el deleite de su padre. «Hazlo de nuevo», insiste, como si la actuación fuera un truco de cartas.
Mientras tanto, Luisa y su madre practican versos para una próxima audición, intercambiando versos melodramáticos como «La hija heredará entre las heridas de su madre». La línea entre realidad y artificio, entre las emociones cargadas de los dramas en los que actúan Paco y Luisa y la monotonía de sus vidas reales, se detalla con humor.