Los nuevomexicanos parecen no poder tomar un descanso.
Hemos pasado de las dificultades financieras de la actual pandemia de coronavirus a una recesión casi inevitable. Ahora es más importante que nunca educar a los contribuyentes sobre las opciones disponibles para maximizar su salario neto anual.
Los impuestos son complicados. Los formuladores de políticas deberían considerar simplificar la estructura tributaria y minimizar la tributación piramidal para apoyar el éxito de las pequeñas empresas. Además, los legisladores deben considerar el tema de la continuidad fiscal para que los contribuyentes puedan adoptar un enfoque estratégico y planificar mejor sus presupuestos domésticos y de pequeñas empresas.
Los formuladores de políticas deben colaborar para desarrollar una estructura tributaria que aborde y proporcione adecuadamente los servicios gubernamentales básicos y que también estimule el desarrollo económico del estado. Cuando los dueños de negocios saben que recibirán un trato justo y de acuerdo con la estructura impositiva del estado, invierten en el estado, lo que genera empleos y crecimiento en sus negocios y, posteriormente, estimula la economía del estado.
El uso de una estructura impositiva mixta mínima consistente brindaría a los trabajadores, jubilados e inversionistas incentivos para capacitarse, prepararse y desarrollar sus carreras, planes de jubilación e ingresos personales y para ahorrar y utilizar ingresos discrecionales para mejorar su calidad de vida en todos los niveles económicos. Los formuladores de políticas deberían considerar ampliar la base impositiva para aliviar la carga impositiva, particularmente a nivel de la clase trabajadora, e inspirar a nuestros compatriotas de Nuevo México a ganarse bien la vida y estar motivados para seguir trabajando.
Hacerlo ejercería menos presión y demanda sobre el impuesto sobre la renta personal y cambiaría el enfoque hacia los impuestos al consumo, como el impuesto general a las ventas o los impuestos especiales sobre bienes seleccionados. El efecto de la estructura tributaria de un estado en el desarrollo económico incluye y depende no solo de la combinación correcta de impuestos, sino también de las características específicas de esos impuestos. La vitalidad a largo plazo de un estado depende de equilibrar la carga fiscal entre los impuestos personales y comerciales, una combinación de diferentes impuestos y exenciones fiscales que permiten a los contribuyentes elegir cuánto quieren pagar en impuestos, decidir qué quieren comprar, en lugar de que un alto nivel de impuesto sobre la renta personal obligatorio.
Con las dificultades que enfrentan nuestros compatriotas de Nuevo México, la base impositiva ampliada sugerida permitiría obtener más ingresos para llevar a casa. Cuando tenemos más ingresos para llevar a casa, los niveles de estrés disminuyen y los ingresos discrecionales aumentan para permitir que los contribuyentes gasten sus ingresos duramente ganados en algo más que lo esencial: alimentos (actualmente no gravados), cuidado de la salud e higiene proactivos, ropa, vehículos y entretenimiento. Una estructura fiscal más equilibrada permitiría a los nuevomexicanos un respiro y comprar bienes y servicios más allá de sus gastos básicos de subsistencia. Aquellos que buscan terminar una renovación en el hogar o tomar unas vacaciones muy necesarias finalmente pueden hacerlo. Podrían tener más ingresos de la vivienda para cubrir las facturas médicas imprevistas y el aumento de los costos de los servicios públicos o los intereses de los préstamos. Podrían tener dinero disponible para reemplazar los electrodomésticos esenciales.
La legislación federal como la Ley de Reducción de la Inflación de 2022 y los reembolsos de impuestos ayudarán a Nuevo México a hacer la transición e invertir en un entorno más saludable. Una estructura de impuesto sobre la renta personal mejorada, más amplia y más baja sería la base para respaldar una economía sólida y brindarnos a todos la oportunidad de pagar nuestra parte justa. Así, los servicios del gobierno podrían prestarse de manera más eficiente y todos tendríamos la capacidad financiera para avanzar hacia una economía más moderna y sostenible.
El objetivo final debe ser un plan estratégico para minimizar el impacto en los contribuyentes cuyos ingresos los ubican en un tramo de reducción de impuestos. Los contribuyentes deben tener un ingreso neto que beneficie a nuestra economía y al futuro económico de nuestro estado, pero lo más importante, a nuestros compatriotas de Nuevo México.
Somos resilientes y estamos todos juntos en esto.
Pete Campos, D-Las Vegas, representa el Distrito 8 en el Senado de Nuevo México.
