Es fundamental realizar un seguimiento cuidadoso. Todos los países participantes informan sus inventarios nacionales de gases de efecto invernadero a la CMNUCC. Estas poblaciones tienen ahora diferentes niveles de complejidad y, lo que es más importante, en algunos casos un desfase de tiempo significativo (2 a 4 años). Sin embargo, un seguimiento estrecho de las emisiones permitirá que funcionen los mecanismos del ciclo de la ambición y el trinquete integrados en el Acuerdo de París. Básicamente, necesitamos poder ver rápidamente si los sectores que tienen un presupuesto de carbono asignado están dentro de ese presupuesto.
Además de mejorar los inventarios formales y actualizarlos, creo que necesitamos un sistema paralelo independiente que pueda proporcionar una retroalimentación más rápida, incluso si no es el más preciso. Vimos con la pandemia cómo podemos monitorear las emisiones casi en tiempo real a través de proxies o mediciones indirectas. La comunidad científica o los consejos asesores científicos independientes pueden proporcionar esta información. En resumen, necesitamos monitorear el cambio climático mucho más de cerca en Chile. Este es un aspecto importante del empoderamiento. El estado necesita proporcionar la infraestructura para el monitoreo a largo plazo. Si no mide y monitorea, es ciego y no puede tomar decisiones informadas.
