(Bloomberg) — La incautación de la terminal marítima de una empresa estadounidense en México ha generado críticas de un senador estadounidense y podría aumentar la tensión entre los dos países en medio de disputas sobre energía y seguridad.
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La constructora estadounidense Vulcan Materials alega que las fuerzas armadas, incluidas las del gobierno mexicano, tomaron el martes el control de sus instalaciones en el sureste del país. La compañía dice que un juez federal en México ordenó detener cualquier esfuerzo del gobierno para confiscar la propiedad. Esa orden no pudo ser verificada de forma independiente.
El senador republicano Bill Hagerty de Tennessee dijo que los informes sobre la adquisición de una terminal por parte de Vulcan Materials, con sede en Alabama, «aumentan la tendencia de comportamiento equivocado y contraproducente» del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. En un comunicado el sábado, instó a la administración de Biden a “comprometerse de inmediato” en el incidente.
Las operaciones en la terminal Vulcan han estado paralizadas desde el año pasado en una pelea con López Obrador, quien acusó a la empresa de extraer materiales sin las debidas licencias.
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Lo que sucedió exactamente la semana pasada sigue sin estar claro. El gobierno mexicano no se pronunció sobre la incautación. Vulcan dijo que estaba «sorprendido» de que las fuerzas mexicanas y el personal del gigante cementero Cemex se hubieran apoderado de las instalaciones. El domingo, el diario Reforma publicó un video que muestra carros de policía y vehículos con el logo de Cemex ingresando a la fábrica.
El gobierno mexicano y Cemex no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios el domingo.
A principios de este mes, López Obrador denunció la «arrogancia» de los legisladores republicanos que pidieron que las tropas estadounidenses llevaran seguridad a México después de que un cartel secuestró a cuatro estadounidenses y mató a dos de ellos. Los dos países también están envueltos en una disputa comercial sobre la política energética nacionalista de López Obrador, con empresas estadounidenses presionando al presidente Joe Biden para que «utilice todas las herramientas» para ganar el caso.
—Con la ayuda de Eric Martin.
