Los astrónomos acaban de encontrar un precursor clave de la vida en el espacio interestelar
Investigadores del Centro Español de Astrobiología en Madrid detectaron etanolamina en el espacio y publicaron sus hallazgos en un artículo que aún no ha sido revisado por pares.
La etanolamina es parte de las moléculas de fosfolípidos que forman las membranas celulares. Forma la cabeza hidrófila de la clase de fosfolípidos PE, que se encuentran en todas las células vivas y constituyen el 25% de todos los fosfolípidos. En los componentes del sistema nervioso de la fisiología humana, comprenden el 45% de todos los fosfolípidos.
El equipo de investigación estudió Sagitario B2, una enorme nube molecular de gas y polvo ubicada a 390 años luz del centro de la Vía Láctea. En busca de etanolamina, simularon el espectro esperado producido por la sustancia química y observaron la luz proveniente de la galaxia y encontraron pruebas claras de su presencia.
«Esto tiene implicaciones importantes no solo para las teorías del origen de la vida en la Tierra, sino también para otros planetas y satélites habitables en cualquier parte del Universo», dijo el equipo.
Los astrónomos habían encontrado previamente etanolamina en meteoritos, pero no pudieron ponerse de acuerdo sobre cómo llegó allí. Los investigadores sugieren que la etanolamina puede haber sido transferida a nuestro planeta desde este tipo de cuerpos celestes, lo que ayudó a formar vida.
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