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Nicaragua está trasladando el reconocimiento diplomático de Taipei a Beijing en una medida que reduce el número de aliados diplomáticos de Taiwán a 14 países y subraya la escalada de la campaña de Beijing para aislar al país.

Nicaragua dijo el jueves que cortaría sus lazos diplomáticos de larga data con Taiwán y reconocería al gobierno de Beijing como la única sede del poder de China. La medida sigue a una promesa separada reciente de Xiomara Castro, el próximo presidente hondureño, de transferir el reconocimiento a Beijing.

«La República Popular China es el único gobierno legítimo que representa a toda China y Taiwán es una parte inalienable del territorio chino», dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua en un comunicado citado por Reuters.

China está ejerciendo cada vez más presiones económicas y de otro tipo sobre otros países que tienen vínculos diplomáticos con Taiwán, un país frente a las costas de China continental sobre el que Beijing reclama soberanía.

Beijing está tratando de exprimir económicamente a Lituania, lo que este año le ha permitido a Taiwán abrir una oficina de representación, una embajada de facto, en la capital, Vilnius.

La Casa Blanca y el Departamento de Estado no hicieron comentarios de inmediato.

El cambio en Nicaragua se produce en un momento en que Taiwán también está bajo una presión directa cada vez mayor de Beijing. Este año, el ejército chino envió cazas y bombarderos a la «zona de identificación de la defensa aérea» de Taiwán, una zona de amortiguación de seguridad, con una frecuencia cada vez mayor y en mayor número.

El mes pasado, el presidente Joe Biden conversó sobre Taiwán con Xi Jinping en una reunión virtual. El líder chino advirtió a Biden que cualquier nación que apoyara o permitiera la independencia de Taiwán estaría «jugando con fuego».

Estados Unidos mantiene una política de «una sola China» mediante la cual reconoce a Beijing como la única sede del poder en China. Pero el gobierno de Biden ha tomado una serie de medidas para aumentar los compromisos no oficiales entre países, lo que ha provocado reacciones airadas por parte del gobierno de Beijing.