No está claro cuántos de los restos detectados pertenecen a niños, dijo a los periodistas el jefe de First Nation Cowessess Cadmus Delorme.
Dijo que la iglesia que dirigía la escuela quitó las lápidas.
«No quitamos lápidas. Quitar lápidas es un crimen en este país. Lo estamos tratando como una escena de crimen», dijo.
El sistema de escuelas residenciales, que operó entre 1831 y 1996, separó de sus familias a unos 150.000 niños indígenas y los llevó a escuelas residenciales cristianas dirigidas por el gobierno federal.
«Canadá será conocido como una nación que trató de acabar con las Primeras Naciones. Ahora tenemos pruebas», dijo Bobby Cameron, Jefe de la Federación de Naciones Indígenas Soberanas, que representa a 74 Primeras Naciones en Saskatchewan.
«Este es solo el comienzo.»
La Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá, que publicó un informe que concluía que el sistema escolar residencial del país equivalía a un genocidio cultural, dijo que se dejó un cementerio en el sitio Marieval después de que se demoliera el edificio de la escuela.
La Primera Nación Cowessess se ha puesto en contacto con la Arquidiócesis Católica local, y Delorme dijo que es optimista de que proporcionarán registros que les permitan identificar los restos.
“Tenemos plena fe en que la Iglesia Católica Romana dará a conocer nuestros registros. No nos dijeron ‘no’. Simplemente no los tenemos todavía. «
La Primera Nación Cowessess comenzó una búsqueda de radar de penetración terrestre el 2 de junio, después de que el descubrimiento de 215 tumbas sin marcar en la Escuela Residencial Kamloops en Columbia Británica indignó al país.
El descubrimiento de Kamloops reabrió viejas heridas en Canadá por la falta de información y responsabilidad en torno al sistema escolar residencial, que separó por la fuerza a los niños indígenas de sus familias y los sometió a desnutrición y abuso físico y sexual.
El Papa Francisco dijo a principios de junio que estaba herido por la revelación de Kamloops y pidió respeto por los derechos y la cultura de los pueblos nativos. Pero evitó la disculpa abierta que exigían algunos canadienses.
Reuters
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