“Sufragio efectivo, democracia efectiva y no reelección”, dijo en un discurso posterior a la marcha en el que repitió sus consignas a favor de los pobres y contra la oligarquía.
La oposición insistió en que muchos participantes se vieron obligados a unirse a la marcha, pero López Obrador dijo que no había puesto «ni un centavo» del presupuesto federal en la marcha. Los manifestantes interrogados dijeron que vinieron voluntariamente.
Pero en muchos casos, el transporte lo proporcionaban los gobiernos locales o políticos que querían ser bien considerados dentro del partido gobernante.
Gaby Contreras, exalcaldesa de Morena, trajo un grupo de Teoloyucan, al norte de la capital, y fue la única de su grupo que pudo hablar. “Estamos aquí para apoyar al presidente”.
Pedro Sánchez, un albañil que llegó con su esposa desde el istmo de Tehuantepec, en el sur de México, dijo que su municipio organizó todo. Cientos de autobuses que trajeron a los participantes se alinearon en las calles cercanas.
“Vine de Sonora en avión y pagué el pasaje”, dijo la abogada y partidaria de López Obrador, América Verdugo.
Nelly Muñoz, rectora de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo que “esto se llama ‘organización’ y, créanlo o no, es lo que venimos haciendo desde 2006”.
Esa fecha fue una referencia al año en que López Obrador alcanzó el 0,56 % de los votos para ganar la presidencia y denunció su derrota como fraudulenta. Muchos lo apoyaron, lanzando un movimiento de protesta masivo.
López Obrador fue elegido a la presidencia 12 años después y su partido Morena ganó cuatro de las seis contiendas para gobernador en las elecciones intermedias del año pasado, lo que le dio al partido gobernante el control de 22 de los 32 estados de México, una ventaja electoral clave para las elecciones presidenciales de 2024.
Pero el gobierno ha sido criticado por su mayor uso de las fuerzas armadas, leyes cuya constitucionalidad ha sido impugnada en los tribunales y su apoyo a megaproyectos controvertidos. Algunas personas que apoyan al presidente ahora son sus críticos.
Clara Jusidman, fundadora de INCIDE Social, una ONG especializada en democracia, desarrollo y derechos humanos, dijo que lo importante no es el número de participantes en la marcha, sino “por qué participaron”.
Dijo que muchos mexicanos se sienten obligados a participar porque reciben transferencias en efectivo del gobierno, que es su principal forma de apoyar a los necesitados. Otros quieren estar de acuerdo con el partido de cara a las elecciones locales, estatales y presidenciales de 2024. En la marcha aparecieron los principales candidatos para reemplazar a López Obrador como candidato presidencial de Morena en 2024.
Pero no faltaron los fans del presidente de México, quien mantiene un alto índice de aprobación.
Alberto Cervantes, quien viajó desde Los Ángeles para sumarse a la marcha, tenía tatuado en el brazo el rostro del presidente y «AMLO 4T». AMLO es el acrónimo popular del nombre de López Obrador, y 4T se refiere a la “4ta Transformación” que López Obrador dice que está llevando a cabo en México.
La oposición de México convocó a una marcha masiva porque temía que López Obrador planeara usar sus propuestas de reforma para socavar la independencia del instituto electoral y hacerlo más dependiente de su partido.
López Obrador criticó repetidamente la marcha y días después dijo que convocaría su propia marcha.
“No se puede hacer un cambio de la noche a la mañana y Andrés Manuel no es infalible”, dijo Pedroche. “Pero hemos estado trabajando duro y lo que no queremos es que esto se revierta”.
