Presidente de México critica multitudinaria protesta contra reforma electoral
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El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, criticó el lunes una protesta masiva contra las reformas electorales que propone como un intento de sus opositores de volver a las viejas costumbres corruptas.
“Aquellos que se pronunciaron… lo hicieron a favor de la corrupción, el racismo, el clasismo y la discriminación, esa es la conclusión”, dijo López Obrador a los periodistas un día después de que decenas de miles marcharan en la Ciudad de México.
El presidente, que acusa regularmente a sus predecesores de corrupción, insistió en que su plan buscaba «fortalecer la democracia».
Los manifestantes exigieron la suspensión de la propuesta de reforma que dicen perjudicará al Instituto Nacional Electoral, el organismo independiente que organiza las elecciones en el país.
Algunos portaban pancartas que decían: «No soy corrupto, clasista, racista o hipócrita», en referencia a los adjetivos que el presidente ha usado anteriormente para describir a quienes planean participar.
López Obrador alega que el INE avaló el fraude cuando se postuló sin éxito a la presidencia en 2006 y 2012, antes de ganar en 2018.
Según su propuesta, el INE sería reemplazado por un nuevo organismo con miembros elegidos por los votantes en lugar de los legisladores y con un presupuesto menor.
Los partidos políticos también tendrían menos dinero para hacer campaña.
La reforma propuesta, que involucra enmiendas a la Constitución, requiere el apoyo de al menos dos tercios de los legisladores en el Congreso, y los opositores políticos de López Obrador han prometido oponerse a los cambios.
López Obrador criticó la participación de políticos opositores, como el expresidente Vicente Fox, del conservador Partido Acción Nacional, en la protesta del domingo.
El plan del presidente también reduciría el número de escaños en la cámara baja del Congreso de 500 a 300, y los del Senado de 128 a 96.
La próxima elección presidencial está programada para 2024 y la Constitución limita a los presidentes a un único mandato de seis años.