Ciencias

La NASA renuncia a la sonda de calor de InSight en Marte Madriguera

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La sonda InSight de la NASA ha estado estudiando el planeta rojo durante más de dos años. Durante ese tiempo, InSight envió datos sobre la actividad sísmica del planeta, el clima e incluso el sonido del viento soplando. También debería transmitir datos sobre la temperatura interna del planeta, pero la NASA anunció que renunciando a ese esfuerzo después de no poder hacer que la sonda de calor penetre en el delgado suelo de Marte.

InSight hizo historia cuando llegó a Marte, implantando el primer sensor sísmico (conocido como SEIS) en otro planeta. El equipo no quería arriesgarse a ningún accidente, por lo que construyeron un modelo a escala de la zona de aterrizaje para planificar cuidadosamente dónde instalarían los instrumentos. El paquete SEIS funcionó perfectamente, pero el Heat Heat Flow y el paquete de propiedades físicas (HP3) nunca funcionaron como se esperaba.

HP3, a veces llamado «topo», es un clavo de martillo que debe llevar un cable sensor de temperatura con él mientras perfora varios metros en la corteza del planeta. Al principio, la NASA descubrió que el topo no podía obtener suficiente tracción para excavar debajo de la superficie, seguía saliendo (ver arriba). El equipo probó varias técnicas para hacer que el topo cavara, como usar el brazo robótico del módulo de aterrizaje para compactar el suelo alrededor del agujero e incluso empujar la sonda directamente. Recientemente, a fines de 2020, la NASA vio algunos avances: el HP3 fue, por primera vez, completamente subterráneo. Sin embargo, su suerte no se mantuvo.

La sonda InSight en Marte.

La NASA ahora dice que el suelo en el lugar de aterrizaje de Elysium Planitia era muy diferente de lo que la NASA encontró en el pasado. Cada vez que el topo intentaba penetrar más profundamente, el resbaladizo suelo marciano colapsaba hacia adentro y llenaba el agujero. Como resultado, incluso después de usar su brazo para empujar la sonda más profundamente, no había forma de continuar su viaje hacia abajo.

No todo son malas noticias. La misión arrojó datos valiosos de sus otros instrumentos y los científicos de la misión aprendieron cuán variable puede ser el suelo marciano. El equipo también adquirió mucha experiencia con el uso del brazo robótico del módulo de aterrizaje. La NASA acaba de extender la misión InSight por al menos dos años, para que el equipo pueda aprovechar esa experiencia. La siguiente tarea es enterrar el cable que conecta el paquete SEIS al módulo de aterrizaje. El aislamiento agregado debería reducir los crujidos y crujidos que actualmente contaminan los datos sísmicos.

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Prudencia Febo

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