Nuevos datos sobre el clima nocturno en Venus recopilados mediante sensores infrarrojos
Los astrónomos han estado estudiando varios planetas de nuestro sistema solar durante generaciones. Aunque los instrumentos científicos y los telescopios modernos nos brindan información detallada sobre planetas como Venus, algunos aspectos de los planetas de nuestro sistema social siguen siendo un misterio. Un ejemplo es el clima nocturno de Venus.
Poco se sabe sobre el clima de noche en Venus porque la ausencia de luz solar dificulta la obtención de imágenes de los patrones climáticos. Recientemente, los investigadores desarrollaron una forma de usar sensores infrarrojos a bordo del orbitador japonés de Venus, Akatsuki, para revelar detalles de la noche, ya sea en el planeta. Los métodos analíticos también se pueden utilizar para estudiar otros planetas del sistema solar, incluido Marte, entre otros.
Los científicos del proyecto señalan que estudiar el clima de Venus utilizando su nuevo método también podría permitir a los científicos aprender más sobre los mecanismos que impulsan los sistemas meteorológicos aquí en la Tierra. La Tierra y Venus son drásticamente diferentes, pero tienen mucho en común. Son similares en tamaño y masa, y ambos orbitan alrededor del sol dentro de la misma región orbital conocida como zona habitable. Ambos planetas tienen una superficie sólida y una atmósfera estrecha que experimentas.
Venus y la Tierra son lo suficientemente similares como para estudiar si en Venus puede ayudar a los científicos a aprender más sobre nuestro planeta. Anteriormente, solo el lado diurno de Venus era fácilmente accesible mediante instrumentos científicos. Aprovechando las imágenes infrarrojas de Akatsuki, los científicos no necesitaban luz solar para realizar observaciones. Sin embargo, tienen claro que las imágenes infrarrojas a bordo del orbitador no pueden resolver los detalles del lado nocturno de Venus, sino que proporcionan a los investigadores datos que les permiten observar cosas indirectamente.
Los miembros del equipo pudieron combinar imágenes para suprimir el ruido que normalmente oscurece los patrones de nubes a pequeña escala. En Venus, todo el sistema climático gira rápidamente y los científicos tuvieron que compensar el movimiento, conocido como superrotación, para resaltar formaciones interesantes para estudiar. El equipo está explorando los mecanismos que apoyan la superrotación de Venus y cree que las características del clima durante la noche pueden ayudar a explicarlo.
Una observación interesante que ya se hizo con los datos es que los vientos norte-sur durante la noche giran en la dirección opuesta a sus contrapartes diurnas. En el futuro se recopilarán más datos sobre condiciones meteorológicas inusuales. La NASA tiene dos misiones que explorarán Venus en los próximos años.