En 2022, México nacionalizó la minería y extracción de litio, con una empresa estatal con derechos exclusivos para extraer el metal utilizado en baterías de automóviles eléctricos y otros dispositivos.
López Obrador dijo que «una o dos» empresas han iniciado proyectos, aunque no han obtenido todas las licencias necesarias, como las de uso de agua o declaraciones de impacto ambiental.
Dijo que el gobierno está «buscando llegar a un acuerdo con ellos» para aceptar el nuevo marco. Pero reconoció que el asunto podría terminar en los tribunales.
“Los abogados están investigando. Vamos a hablar con estas empresas, pero las concesiones no han sido legalizadas”, dijo el presidente, prometiendo que “vamos a defender lo que es de la nación” si las empresas llevan el caso a los tribunales.
El gobierno mexicano no tiene experiencia en la extracción de litio.
Solo una mina de litio en México, operada por una empresa china en el norteño estado de Sonora, está próxima a iniciar producción.
Esa operación, Bacanora Lithium, parece ser la única mina de litio privada viable de México y debía comenzar la producción en 2023. Es propiedad del gigante chino de litio Ganfeng International.
En una ocasión, el gobierno había dicho que se respetarían las ocho concesiones para la minería del litio ya otorgadas en México, siempre y cuando estuvieran en el buen camino para la producción del metal.
