Tecnología

Los investigadores intentan hacer avanzar los aromas de IA y la biocomputación

La digitalización presagia la próxima frontera de la inteligencia artificial, que podría utilizar células cerebrales humanas para biocomputación de bajo consumo.

Fin de semana tranquilo en TechLand el último, pero no puedo evitar mencionar a Osmo. Eso es, 100-240V Inteligencia artificial que digitaliza los olores. «En esta era, las computadoras generarán olores como hoy generamos imágenes y sonidos», es la promesa.

Admito que tengo edad suficiente para haber visto Poliéster en mi juventud disipada, pero nunca pensé que podríamos hacer realidad la visión de Odorama de esa película.

Para ser honesto, Odoroma fue una experiencia desagradable, pero ahora tenemos un equipo liderado por Alex Wiltschko de Google Research en la startup Osmo creando olores con redes neuronales. No puedo decir cómo se desarrollará eso, pero Osmo tiene algunos patrocinadores serios como la Fundación Bill y Melinda Gates, Henry Kravis, Hugo Barra, famoso por los teléfonos inteligentes Android, Jeff Dean y, por supuesto, Google Ventures y Lux.

Lo anterior es posiblemente una transición hacia la biocomputación, «el próximo salto evolutivo de la IA». El problema con la IA es que la versión actual de la tecnología utiliza absolutamente cantidades absurdas de energía. Bueno, uno de los problemas, pero de todos modos la empresa suiza FinalSpark quiere solucionarlo con el enfoque «¡está vivo!». Literalmente.

FinalSpark comparó el cerebro humano con 86 mil millones de neuronas (aparentemente) usando solo 20 vatios de energía. La IA basada en silicio no se acerca a esta relación costo-beneficio.

Así que parece que FinalSpark está elaborando un plan mediante el cual los investigadores pueden alquilar acceso a biocomputadoras fabricadas a partir de células cerebrales humanas. Y también es bastante asequible, como 500 dólares al mes.

«Vea nuestras neuronas trabajando en tiempo real» Los organoides de 0,5 milímetros en cuestión permanecen vivos durante unos 100 días, conectados con electrodos. Posiblemente sea algo bueno, esa corta vida útil, y uno no puede pensar en cómo se recolectan las células. Sí, eso es una broma. Espero que .

Federico Pareja

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