La estrella del director mexicano Michel Franco
«Memory», que se estrenó en el Festival de Cine de Venecia el viernes, incluye más enigmas morales en sus 100 minutos que los que la mayoría de los directores logran en toda su carrera.
Al presentar a Chastain como un alcohólico en recuperación que conoce a un paciente con demencia, interpretado por Peter Sarsgaard, aborda el trauma enterrado, la debilidad de la memoria y los derechos de las personas con discapacidad a controlar sus propias vidas.
Franco escribió y produjo «Memoria», como ha hecho con todas sus películas.
Con sólo 44 años, ha cubierto una amplia gama de temas vitales en su obra, desde un horrible golpe militar en “New Order” (que ganó el Gran Premio del Jurado en Venecia en 2020) hasta una enfermedad terminal en “Chronicle” ( mejor guión en Cannes en 2015), hasta el acoso adolescente en «Después de Lucía» (ganadora de la sección Una Cierta Mirada en Cannes en 2012).
Este último atrajo al renombrado actor Tim Roth («Pulp Fiction»), quien desde entonces apareció en dos de las películas de Franco, «Chronic» y «Sundown».
Pero a pesar de trabajar ahora con Chastain, una de las estrellas más importantes de Hollywood, Franco está decidido a no seguir a otros directores mexicanos como Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu a Los Ángeles.
«Donde me siento cómodo es en Ciudad de México. Hay menos reglas», dijo Franco a la AFP en Venecia.
“Lo que es muy interesante en Estados Unidos son los actores. En México hay buenos actores, pero las grandes ligas están en Nueva York, en Los Ángeles”, explica.
«Nunca trabajaría en Hollywood», dijo. «Nunca trabajaría en un estudio donde no tuviera el montaje final de mi película».
Tampoco es fanático de los servicios de streaming, a los que describe como “que odian el teatro”.
‘Inseguridades, miedos’
Antes del estreno de «Memory», Franco dijo a la AFP que necesitaba profundizar su anticipación por el guión.
«Uno de mis mayores temores es perder la cabeza. Por eso me interesa explorar la demencia», dijo Franco a la AFP.
Pero insiste en que sus películas no nacen del deseo de abordar un tema concreto.
“’Crónica’ surgió cuando vi a la enfermera que cuidaba a mi abuela, la tenía ahí frente a mí todos los días”.
Para “Memory”, la chispa inicial fue imaginar que seguían a alguien a casa después de una reunión de la escuela secundaria, que es como se conocen los personajes principales.
“No sabía por qué ni quiénes eran. Pero eso fue lo primero que me vino a la mente”, dijo Franco.
Los padres suelen fallar a sus hijos en las películas de Franco, pero él dice: “Trato de no verlos como villanos porque entonces carecen de interés.
“Me interesan las personas rotas, que no han terminado de inventarse. La gente con inseguridades, con miedos, me da más confianza que la que cree tener todo claro”, añadió.
Sus guiones son brutalmente precisos pero nunca están sobrecargados de diálogos explicativos, prefiriendo dejar que las actuaciones y los detalles visuales hagan el trabajo.
«Cuanto más pueda conseguir sin diálogo, mejor. La regla es ‘menos es más'», afirmó.