Ciencias

Hubble desenmascara el núcleo luminoso de una histórica galaxia espiral

ESO Galaxia espiral 422–41

Esta imagen del Telescopio Espacial Hubble captura la galaxia espiral ESO 422-41 en la constelación de Columba, mostrando sus brazos espirales detallados y su núcleo luminoso. La imagen es parte de una larga tradición de observaciones astronómicas, que se remonta a la era de los grandes estudios fotográficos en la década de 1970. Crédito: ESA/Hubble y NASA, C. Kilpatrick.

Imagen detallada de la galaxia espiral tomada por el Hubble ES SÓLO 422-41 destaca tanto su estructura repleta de estrellas como su importancia histórica en la investigación astronómica.

Esta imagen de la semana del Hubble muestra la galaxia espiral ESO 422-41, que se encuentra aproximadamente a 34 millones de años luz de la Tierra en la constelación de Columba. La estructura irregular y repleta de estrellas de los brazos espirales de la galaxia y el brillo de su denso núcleo se muestran aquí con intrincado detalle gracias a la Cámara Avanzada para Sondeos del Hubble. Las imágenes de esta galaxia, sin embargo, tienen una historia de décadas.

Contexto histórico de las observaciones astronómicas.

El nombre ESO 422-41 proviene de su identificación en el Atlas del Cielo Austral (B) del Observatorio Europeo Austral. En los días previos a los estudios automatizados del cielo con observatorios espaciales como Gaia de la ESA, se descubrieron muchas estrellas, galaxias y nebulosas mediante grandes estudios fotográficos.

Los astrónomos utilizaron los grandes telescopios más avanzados de la época para producir cientos de fotografías, cubriendo un área del cielo. Posteriormente estudiaron las fotografías resultantes, intentando catalogar todos los nuevos objetos astronómicos revelados.

Avances en las técnicas astronómicas.

En la década de 1970, un nuevo telescopio instalado en las instalaciones de La Silla de ESO en Chile llevó a cabo un estudio de este tipo del cielo del sur, que aún no había sido examinado con tanta profundidad como el cielo del norte. En aquella época, la principal tecnología para grabar imágenes eran placas de vidrio tratadas con productos químicos. La colección resultante de placas fotográficas se convirtió en el Atlas del Cielo Austral (B) de ESO.

Astrónomos de ESO y Uppsala, Suecia, colaboraron para estudiar las placas, registrando cientos de galaxias (ESO 422-41 es solo una de ellas), cúmulos de estrellas y nebulosas. Muchos eran nuevos en la astronomía.

Evolución del estudio del cielo

Desde entonces, los estudios astronómicos del cielo han pasado de los estudios digitales asistidos por computadora, como el Sloan Digital Sky Survey y el Legacy Surveys, a los estudios realizados con telescopios espaciales, incluidos Gaia y el Wide-Field Infrarrojo Survey Explorer.

Aun así, los estudios fotográficos del cielo han contribuido enormemente al conocimiento astronómico durante décadas, y los archivos de placas de vidrio sirven como una importante referencia histórica para grandes áreas del cielo. Algunos todavía se utilizan activamente hoy en día, por ejemplo para estudiar estrellas que varían en el tiempo. Y los objetos que revelaron estas búsquedas, incluido ESO 422-41, ahora pueden estudiarse en profundidad con telescopios como el Hubble.

Prudencia Febo

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