Economía

Elecciones 2024: Estados Unidos, México y T-MEC

Las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos y México representan una importante oportunidad para la colaboración regional, específicamente en términos de comercio y competitividad económica. En 2022, el valor del comercio entre los tres países de América del Norte ascendió a más de 1.500 millones de dólares y la inversión de capital superó los 219.000 millones de dólares. En el primer semestre de 2023, México recibió más de 30 mil millones de dólares en inversiones de capital de Estados Unidos. Los resultados electorales podrían constituir una continuación del orden existente o quizás marcar un punto de inflexión. En una dinámica global de polarización y reconfiguración geopolítica, ambos países decidirán qué dirección tomar en los próximos años. Esto es particularmente importante en términos de política comercial, específicamente en la región de América del Norte, pues podría definir sustancialmente la consolidación de este bloque comercial como el más competitivo y próspero del mundo en las próximas décadas; o, por el contrario, poner en riesgo la estabilidad comercial y económica de la región.

De particular importancia para las nuevas administraciones en términos de comercio y relaciones regionales será el T-MEC (Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá), específicamente su primera revisión que tendrá lugar en julio de 2026. El T-MEC (anteriormente conocido como NAFTA, pero renegociado e implementado en 2020), generó mayor seguridad comercial y de inversiones entre los tres países, además de establecer mecanismos para resolver disputas comerciales y laborales. Este acuerdo será objeto de una revisión en profundidad, lo que sin duda abrirá un complejo proceso de negociación.

Un desafío durante el proceso de revisión será evitar contaminar el acuerdo comercial con otras cuestiones y desafíos que enfrenta la región. Condicionar concesiones y acuerdos comerciales a compromisos de otra naturaleza, como migración o seguridad, generaría un ambiente de tensión e incorporaría factores adicionales que complicarían aún más las negociaciones, con el peligro de descarrilar las conversaciones y poner en riesgo un futuro que Hoy parece prometedor. Por esta razón, será fundamental durante las campañas electorales evitar narrativas que ataquen y denigren a los países vecinos, sino, por el contrario, resaltar propuestas constructivas y cooperativas para fortalecer la región y enfatizar la importancia del comercio regional.

Hay tres mensajes principales con los que los candidatos deben comprometerse para enviar mensajes positivos al sector privado. Ellos son:

  1. Al inicio de sus respectivas administraciones, comenzarán a impulsar una reunión del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN), que ha sido la plataforma institucional para establecer una agenda económica entre ambos países.

  2. Asegurar la participación activa de altos funcionarios de Estados Unidos y México en el Diálogo CEO, para continuar el trabajo que han realizado los comités locales y mantener el diálogo con el sector privado, para que la agenda económica se enriquezca de manera conjunta, con especial énfasis. en la resiliencia de la cadena de suministro en sectores estratégicos.

  3. Por último, pero no menos importante, respetar las decisiones de los paneles de resolución de disputas del T-MEC que están funcionando actualmente.

La región norteamericana tiene una gran oportunidad de consolidarse como el bloque económico más próspero y competitivo del planeta. Las condiciones se cumplen, pero la política podría resultar un desafío sustancial.

Prudencia Febo

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