Ciudad de México lanza la última línea de teleféricos en América Latina
CIUDAD DE MÉXICO (AP) – La Ciudad de México lanzó la primera de las que espera sean varias líneas de teleférico que presten servicio a las periferias más pobres de la ciudad de 9 millones de habitantes.
La inauguración, el jueves, de la primera etapa de la línea “Cablebus” marca el último capítulo de la historia de amor latinoamericana con los teleféricos, que son vistos en gran parte del mundo como principalmente para turistas y pistas de esquí.
El vecino Estado de México ya tiene un teleférico que sirve a un suburbio del norte de la Ciudad de México, y la primera línea de la ciudad también se construyó en el lado norte pobre y concurrido.
Los teleféricos se consideran una forma más barata y rápida de llevar el transporte público a las comunidades pobres ubicadas en lo alto de las pistas. Como están en el aire, las filas de automóviles tampoco son tan difíciles con los notoriamente difíciles problemas de desarrollo caótico, mal tráfico y falta de derechos de paso de América Latina.
En junio, la línea recorrerá casi 9,2 kilómetros (6 millas) desde Cuautepec, un barrio de clase trabajadora en el extremo norte de la Ciudad de México, hasta la estación de metro y autobús más cercana. El tramo inaugurado el jueves recorre apenas 1,7 kilómetros de esta ruta, hasta el barrio de Tlalpexco.
Por el momento, explicaron las autoridades, los habitantes de la cima del cerro en Tlalpexco deben abordar pequeñas camionetas abarrotadas que viajan mucho más lentamente. Además, no cuentan con la hermosa vista que ofrecen los tranvías desde sus grandes carros con ventanas que pueden acomodar a 10 pasajeros al mismo tiempo. Los automóviles funcionan con electricidad y pueden viajar a unas 13 millas (20 kilómetros) por hora, mucho más rápido que la mayoría del tráfico de la ciudad.
“Hay casi un millón de habitantes que viven en las cercanías de Cablebus, y hacen sus viajes en camionetas pequeñas que recorren calles estrechas, que pueden tomar, desde el punto más alto … hasta 55 minutos o una hora”, Guillermo. Calderón, director del sistema de transporte eléctrico de la Ciudad de México.
Las soluciones de transporte tradicionales, como las líneas de autobús o metro, son casi imposibles aquí, tanto porque no hay servidumbre en las favelas densamente pobladas como porque están abarrotadas a lo largo de pendientes empinadas de 15 grados.
La alcaldesa Claudia Sheinbaum dijo que se está construyendo una segunda línea de teleférico en Iztapalapa, otro vecindario de clase trabajadora al este.
«Tener el mejor transporte a las partes más pobres de la ciudad reduce la desigualdad», dijo Sheinbaum.
Evelyn Sánchez, residente de Cuautepec, dijo que, como la mayoría de la gente aquí, su mayor desafío es llegar a la estación de metro más cercana.
«Nos tomó mucho tiempo y ahora con eso, bueno, ahora será mucho más rápido», dijo Sánchez.
La ciudad de Medellín, Colombia, lanzó sus teleféricos en 2004. Desde entonces, muchas otras ciudades latinoamericanas han seguido su ejemplo, desde Río de Janeiro, Brasil, hasta La Paz, Bolivia.