Arabia Saudita vinculada a la adquisición de la Fórmula 1
Los derechos comerciales de la Fórmula 1 pronto podrían ser propiedad de Arabia Saudita, según un informe.
Liberty Media compró el Grupo de Fórmula 1 en 2017, poniendo fin al tiempo de Bernie Ecclestone como maestro de ceremonias del deporte, habiendo sido director ejecutivo durante 40 años.
Pero el medio suizo Blick informa que la empresa estadounidense «Parece haber perdido interés en su juguete de mil millones de dólares» y quiero vender a los sauditas.
Uno de los resultados, dice el informe, es que puede haber un aumento en los premios de los grandes premios celebrados en la región de Oriente Medio y Asia.
Este año, debido a la pandemia, las últimas tres carreras podrían disputarse en Oriente Medio.
Arabia Saudita y Abu Dhabi ya están confirmados para el 5 de diciembre y el 12 de diciembre, respectivamente, mientras que se espera que un nuevo Gran Premio de Qatar llene el espacio del 21 de noviembre vacante por el carrera cancelada en australia.
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Las pruebas de pretemporada y el Gran Premio de apertura de este año se llevaron a cabo en Baréin, que también acogió una carrera adicional en 2020. Las pruebas para la temporada 2022, cuando se introduzcan las nuevas regulaciones de F1, deben compartirse entre Baréin y Barcelona.
Roger Benoit de Blick escribe que «los saudíes están ahora en la puerta con sus maletas para una adquisición estadounidense» y que si la Fórmula 1 cambia de manos, «traerá el espectáculo aún más a la región asiática».
Benoit menciona el creciente cambio desde el corazón tradicional de la F1 Europa por razones financieras, refiriéndose al hecho de que ya no hay un Gran Premio de Alemania en Hockenheim o Nurburgring.
El informe también afirma que Liberty Media no ha implementado muchos cambios significativos desde que tomó el control de la Fórmula Uno, además de prescindir del uso de las chicas de la parrilla y cambiar la hora de inicio de la carrera a 10 minutos después de la hora, una decisión que luego se revirtió.
En los primeros días de su participación, el CEO de F1, Chase Carey, quien renunció el año pasado, reemplazado por Stefano Domenicali, fue citado diciendo que «cada Gran Premio debería ser como un Super Bowl», pero el concepto no se puso de moda. .
Si la Fórmula 1 terminara en manos de los saudíes, sin duda causaría protestas dado el historial de derechos humanos del país. El reino fue acusado de ‘lavado de deportes’, una ofensiva de encanto en la que se usa el deporte para tratar de mejorar la imagen global de un país.