México suspende relaciones diplomáticas con EE.UU. por críticas a cambios en el poder judicial
El martes se produjo un fuerte aumento de las hostilidades cuando el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, declaró que su gobierno estaba «pausando» las relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Esta decisión surge en respuesta directa a las críticas del embajador estadounidense Ken Salazar a la propuesta de López Obrador de reformar el poder judicial de México.
Las reformas judiciales de López Obrador, que apuntan a reemplazar el actual sistema de nombramientos judiciales especializados por uno basado en elecciones públicas, han encontrado una fuerte oposición tanto a nivel nacional como internacional. Los cambios podrían potencialmente destituir a más de 5.000 jueces de sus cargos, desde la Corte Suprema hasta los tribunales locales. El presidente sostiene que estas reformas son necesarias para combatir la corrupción y mejorar la integridad judicial, pero los críticos sugieren que son un intento apenas disimulado de consolidar el poder y socavar la independencia judicial.
La ruptura diplomática comenzó cuando Salazar criticó las reformas como un «riesgo importante» para la estabilidad democrática de México, sugiriendo que los cambios podrían erosionar la confianza en el marco legal de México y envalentonar a los elementos criminales. López Obrador respondió congelando los compromisos diplomáticos con Estados Unidos, incluidas las interacciones con el Departamento de Estado, aunque enfatizó que las relaciones comerciales se mantendrían sin cambios.
“Espero que haya una declaración de ellos de que serán respetuosos con la independencia de México”, dijo López Obrador durante una conferencia de prensa. Enfatizó que esta pausa tiene como objetivo abordar la interferencia percibida y restablecer el equilibrio diplomático.
Esta medida resalta la creciente fricción entre las dos naciones sobre la política interna de México y las implicaciones más amplias para la estabilidad regional y las relaciones internacionales. Mientras el Congreso de México se prepara para votar reformas, la pausa en la diplomacia pone de relieve la compleja interacción entre la política nacional y las relaciones internacionales.