La campaña electoral de Kamala Harris dijo el domingo que había recaudado 200 millones de dólares y había inscrito a 170.000 nuevos voluntarios en la semana desde que se convirtió en la candidata presidencial del Partido Demócrata, mientras los republicanos continuaban criticando a Harris por su trabajo como vicepresidenta.
El presidente Joe Biden puso fin a su candidatura a la reelección el domingo de la semana pasada y respaldó a Harris para la votación del 5 de noviembre contra el expresidente republicano Donald Trump.
“En la semana desde que empezamos, @KamalaHarris ha recaudado 200 millones de dólares. El 66% de esto proviene de nuevos donantes. Inscribimos a 170.000 nuevos voluntarios”, publicó el subdirector de campaña de Harris, Rob Flaherty, en X.
Las encuestas de la semana pasada, incluida una de Reuters/Ipsos, muestran que Harris y Trump están esencialmente empatados, preparando el escenario para una campaña reñida en los 100 días restantes hasta las elecciones.
La campaña de Trump dijo a principios de julio que había recaudado 331 millones de dólares en el segundo trimestre, superando los 264 millones de dólares que recaudaron la campaña de Biden y sus aliados demócratas en el mismo período. La campaña de Trump tenía 284,9 millones de dólares en efectivo disponibles a finales de junio, mientras que la campaña demócrata tenía 240 millones de dólares en efectivo disponibles en ese momento.
Harris se ha asegurado el apoyo de la mayoría de los delegados en la Convención Nacional Demócrata, lo que probablemente garantizará que se convierta en la candidata presidencial del partido el próximo mes.
“Así que nuestro vicepresidente es el candidato probable. Tendremos la votación oficial el 1 de agosto”, dijo el domingo a MSNBC el presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison.
Biden abandonó la carrera en medio de preguntas sobre su edad y salud después de un pobre desempeño en el debate contra Trump a fines de junio.
Biden ha prometido permanecer en el cargo como presidente hasta el final de su mandato el 20 de enero de 2025.
La toma del poder por parte de Harris revitalizó una campaña que había fracasado en gran medida en medio de las dudas de los demócratas sobre las posibilidades de Biden de derrotar a Trump o su capacidad para seguir gobernando si ganaba.
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