México y Estados Unidos negociarán medidas para enfrentar la crisis migratoria | A NOSOTROS
La crisis migratoria en la frontera entre Estados Unidos y México ha puesto en alerta las relaciones diplomáticas. Washington decidió enviar una delegación a visitar el miércoles al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en un intento de negociar medidas para detener el flujo masivo de personas hacia la frontera sur, donde ha habido un aumento sin precedentes en las llegadas. La delegación -encabezada por el secretario de Estado Antony Blinken- se produce después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, hablara con su homólogo mexicano sobre la crisis fronteriza en una llamada telefónica el pasado jueves.
La situación, que ya era un tema candente para la administración estadounidense, empeoró entre finales de noviembre y principios de diciembre. Debido al inusual aumento de los cruces fronterizos ilegales -que han aumentado un 31%, según datos de la Oficina de Aduanas y Patrulla Fronteriza (CBP) de EE.UU.- se han cerrado algunos pasos fronterizos para contener el gran número de llegadas.
En respuesta al aumento, Biden pidió hablar con López Obrador sobre la crisis fronteriza el jueves. Las cifras de este año han seguido aumentando. Sólo la semana pasada, más de 10.000 migrantes fueron interceptados después de cruzar irregularmente a Estados Unidos. “El Presidente y el Presidente López Obrador acordaron que se necesitan urgentemente acciones de cumplimiento adicionales para que se puedan reabrir los puertos de entrada clave a través de nuestra frontera común”. la Casa Blanca dijo en una lectura de la convocatoria.
La reapertura de los cruces fronterizos es una de las principales prioridades en las negociaciones con la delegación estadounidense, que también incluirá al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y a la asesora de Seguridad Nacional, Elizabeth Sherwood-Randall. Durante la llamada del jueves, México “insistió en la necesidad de reabrir los pasos fronterizos lo más rápido posible para garantizar flujos comerciales dinámicos y mejorar la relación económica”. [between the U.S. and Mexico]”, dijo el viernes la Secretaría de Relaciones Exteriores de México en un comunicado. El comunicado agrega que México llamará a la delegación estadounidense a seguir colaborando “para abordar las causas estructurales de la migración con base en los resultados de la Reunión de Palenque”.
La Reunión de Palenque, celebrada durante cinco días en México en octubre, reunió a una docena de gobiernos de América Latina y el Caribe. Uno de sus principales focos fue el levantamiento de las sanciones estadounidenses a Cuba y Venezuela. El evento -al que asistieron el presidente venezolano Nicolás Maduro y el líder cubano Miguel Díaz-Canel, pero no Biden- concluyó que las “medidas coercitivas unilaterales” impuestas contra algunos países de la región fueron un factor importante para instigar la migración a Estados Unidos. Estados.
La última vez que Biden y López Obrador se reunieron en persona fue en la Cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en California en noviembre. “La invitación del Presidente de México continúa el entendimiento alcanzado por ambos líderes en San Francisco, respecto del reconocimiento del aporte positivo de la comunidad mexicana en Estados Unidos y la convicción de que el problema de la inmigración sólo encontrará una respuesta efectiva atendiendo o causas estructurales en los países de origen”, dijo el viernes el canciller mexicano.
El gobierno de López Obrador se ve doblemente afectado por la crisis migratoria. Por un lado, miles de migrantes cruzan México cada mes para llegar a Estados Unidos. Por otro lado, enfrenta una afluencia masiva de ciudadanos mexicanos que se han sumado a las caravanas para cruzar ilegalmente hacia el norte. El gobierno de López Obrador estima que de las 307.000 personas que se espera sean detenidas en la frontera para fin de año, casi 75.000 serán mexicanos.
Estas cifras sin precedentes han provocado el cierre de cruces fronterizos. El pasado 27 de noviembre, el gobierno estadounidense decidió cerrar el puente que conecta Piedras Negras, Coahuila, con Eagle Pass, Texas, a personas y vehículos provenientes de México. CBP dijo que tomó esta decisión debido a un aumento en las llegadas irregulares. Por la misma razón, el 4 de diciembre también se cerró el cruce de Sonoyta, Sonora, a Lukeville, Arizona. Y el 9 de diciembre se cerró el paso peatonal de El Chaparral, en Tijuana (Baja California), a San Ysidro (California), uno de los pasos fronterizos más transitados del mundo.
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